domingo, 9 de enero de 2022

Sonia

    Sonia fue una de las principales contribuyentes a la eclosión de la moda ye yé en España. No en vano fue
chica ye-yé de pura raza, que comenzó a grabar discos en plena pubertad -exactamente con 16 años-, igual que lo hicieran sus colegas Marta Baizán, Nuri o Licia, nutriéndose de un repertorio moderno y rompedor a lo largo de toda su discografía.  

    Su primer redondo, un EP para el sello Belter, vió la luz en 1964, precisamente el año en que también publicaron sus primeros discos Alicia Granados, Ana Belén, Betina, Elena Duque, Ivana, Laura, Lia Uya, María Cinta, Marta Baizán, Mary Gema, Mila, Nené, Nuri, Olympia o Soledad Miranda; que bien pueden considerarse como la primera división de las niñas, chicas y mujeres cantantes del yeyé español.

    El caso de Sonia se encuentra rodeado por el misterio y los equívocos, ya que, como es habitual, tenemos muy pocos datos sobre su identidad o actual paradero. En el otoño de 2021 el sello Madmua realizó una lujosa reedición del último EP que Sonia grabó en 1966, después de haber estado intentando localizarla durante años a través de su amplia red de contactos. Para constatar que, literalmente, no hay rastro de esta cantante.

    Esta situación ha generado algunas confusiones sobre su (breve) trayectoria discográfica que nadie ha mostrado interés por subsanar -me refiero a la cantante o a sus posibles personas cercanas-, a pesar de llevar ya un tiempo publicadas en artículos y portales de internet, que con la mejor voluntad intentan recuperar su figura.

    El error más repetido es el que le atribuye la grabación de un EP del sello Philips fechado en 1963, con un dibujo en portada del ilustrador jerezano José Bort, acreditado efectivamente a una cantante llamada Sonia. Que en realidad es la edición española de un EP de la cantante italiana y actriz de doblaje Sonia Scotti, que por esos años vivía con su familia en Argentina, donde alcanzó gran popularidad, grabando media decena de discos a 45 rpm en español. En el siguiente vídeo pueden ver la edición argentina original de este disco, tan raro y desconocido, que ni siquiera figura en la base de datos de discogs: 

    

Parece que con este EP Sonia Scotti intentaba abrirse paso en el mercado discográfico español, pues, de hecho, llegó a grabar un EP con el sello Belter en 1966, acompañada por la orquesta de J. A. Bou, esta vez acreditada ya con su nombre completo; evidentemente condicionada por la actividad de la otra Sonia, la nuestra, que por entonces ya había publicado varios discos con la misma discográfica.

    Los pocos datos que hay disponibles sobre nuestra Sonia proceden de algunos sucintos recortes de prensa y, sobre todo, de la postal promocional que editó Belter con motivo de su lanzamiento en 1964. Por el último texto sabemos que su verdadero nombre era Pilar Espí, que nació en Barcelona en 1948, que desde pequeñita mostró afición por la música, que compaginó la escuela con los estudios de canto, que entre los 11 y los 12 años cosechó hasta tres premios en certámenes musicales, y que pudo demostrar sus dotes vocales en varias emisoras de radio.

    Con la publicación de sus dos primeros EPs en 1964, Belter auguraba un prometedor futuro a esta joven artista, que situaba entre las más destacadas intérpretes de “canciones rítmicas modernas”, presentándola como una cantante de la “Nueva Ola”. 

 
El primero llevaba versiones del Ouki Kouki de Sheila. 
De Il y a tellement de filles de Petula Clark, traducida como Hay tantos chicos en el mundo, que también grabaron ese mismo año en España, Betina, Rocío Dúrcal, Miguel Ríos, Los 4 Brujos, Los Jóvenes, Micky y los Tonys, Jorge Teijón y Los Pekes.
Del Lucky Lips llevado a la fama por Mike Redway y Cliff Richard, cuya version española con el título de Labios afortunados fue grabada también por la francesa Ria Bartok y por el indonesio asentado en España Nico Fioole con The Black Magic.
Y del Bad to Me que los Beatles Lennon y McCartney escribieron para el grupo Billy J. Kramer & The Dakotas, que fue un éxito monumental, grabado también en España en 1964 por Junior, Luis Aguilé y Juan Pedro Somoza con el título de No me dejes

El segundo llevaba versiones de Prima di te, dopo di te de Catherine Spaak. De Cette anne-la de Claude François. De Puisqu'on est copains de Nicole Delark. Y del tema reivindicativo de Pete Seeger If I Had a Hammer, que el tejano Trini López convirtió en éxito mundial en 1963, que en espala fue grabado también con el título de Si tuviera un martillo, por Antonio Escudero, Francisco Heredero, Gelu, Juan Pedro Somoza, el Latin Combo, Los Catinos, Los Relámpagos, Ruffo y sus 4, Los Sírex o Los Tamara, entre otros.

    Un repertorio, en suma, de lo más yeyé, que Sonia interpretó con una voz algo chillona, que no terminaba de engranar con la instrumentación profesional del Latin Quartet, un grupo de expertos músicos habitual del sello Belter que acompañó a la joven cantante en sus 8 canciones. No obstante, a pesar del carácter un tanto abrupto de estas primeras grabaciones, creo el primer disco es memorable sobre todo por No me dejes (Bad To Me), que les salió dulce, redonda y beatliana; y el segundo por la versión Si tuviera un martillo, que a pesar de incluir una letra de amor adolescente y una cadena de yeyés en su parte final, conserva todo el ímpetu de la combativa canción original. No en vano el título de este tema sirvió de inspiración a Los Sírex para su muy reivindicativa Si yo tuviera una escoba (1965), un claro anticipo al movimiento de canción-protesta que, en su vertiente más genuinamente pop, alcanzó su momento culminante en España entre 1966 y 1968.


   Aprovechando el tirón de su lanzamiento, Sonia fue comisionada para participar en la primera edición del Festival Internacional de la Canción de Mallorca, celebrado en la Playa de Palma entre el 7 y el 12 de julio de 1964, donde pudo compartir escenario con otras estrellas emergentes y consagradas del mundillo pop como Alberto Cortez, Franciska, Frida Boccara y Luis Recatero (quienes ganaron la edición representando a Francia), las Hermanas Serrano, Luis Gardey, Mochi o Salomé, entre otras. El propio sello Belter se encargó de publicar en el mismo año 1964 las dos canciones que Sonia defendió en el certamen, en un EP compartido a medias con el Sesion Show, que mostraban a la cantante en todo su esplendor.

Digna de mención es la canción Yo no me marcho de aquí, dedicada a ensalzar las bondades de la isla de Mallorca, escrita por dos compositores de lujo, los hermanos García Segura, que fue grabada también por Mochi y por Alberto Cortez, aunque la versión de Sonia es sin duda la más lograda. Perfectamente engarzada esta vez con la Orquesta Florida, bajo una dirección también de lujo, la del maestro Adolfo Ventas, Sonia desplegaba en este tema todo su poder vocal, su pasión por la música y también su sentido del humor, dando lugar a un número tan feliz como ingenuo y refrescante.

Se la pongo aquí mismo, no se la pierdaaaan

  Su cuarto EP, tercero en solitario, publicado en 1965 y de nuevo grabajo junto al Latin Quartet, llevaba versiones del Do Wah Diddy Diddy de Manfred Mann, que fue también grabado en España por Los Pekes, Los Mustang y Los Gatos Negros; de Tell Me de la británica Lesley Duncan, que fue grabado también en España con el título de Dime la verdad por Teresa María; de Si j'étais garçon de France Gall, traducida en España como Si un chico fuera yo y grabada también por Rocío Durcal, Isa Zaro y Mary Sanchez con los Bandama; y de Chico feo, canción escita a medias entre Casto Darío y el fabricante de éxitos Palito Ortega, que fue grabada también por Los 3 Sudamericanos (el grupo de Casto Darío), que posiblemente constituya el tema más redondo del EP, que subrayaba el elemento humorístico como uno de los rasgos distintivos de la cantante catalana.


Escuchenla!



    El quinto y último disco de Sonia, publicado en 1966, bien puede considerarse como la pieza cumbre de toda su producción discográfica. Una vez más, llevaba en su interior cuatro versiones de éxitos foráneos: de A Lover’s Concert del grupo de chicas de color The Toys, tema de pop edulcorado que también grabó en España Karina con el título de Concierto para enamorados; del famoso 1-2-3, del soulman blanco Len Barry, que fue objeto de abundantes versiones en España, a cargo de Andrés Castel y su Conjunto, Franciska, Los 3 Sudamericanos, Los 4 Ros o Luis Aguilé; del hit de Dusty Springfield In The Middle of Nowhere, traducido como Al final de la calle; y del célebre Get Off My Cloud de The Rolling Stones, la versión que ha hecho internacionalmente conocida a la cantante Sonia desde que comenzara a ser incluida en diversas compilaciones españolas y extranjeras de delicias musicales de los años 60.

  La versión del Get Off My Cloud los Stones fue adaptada al castellano por Manuel Salina, con el título de Aquí en mi nube y una ingeniosa letra que, alternando con los estribillos, relataba tres cómicas situaciones acontecidas en el ático de un rascacielos, dignas de ocupar las viñetas de un tebeo. Esta versión había sido grabada ya en 1965 por el grupo barcelonés Lone Star y también por el grupo alemán The Odd Persons, en un EP editado por Polydor, íntegramente cantado en castellano, producido por Rodolfo Duclos: un empresario argentino envuelto en turbios asuntos de música beat, que con anterioridad había promocionado a un grupo-clon de los Beatles, intentando venderlo como el original durante una gira por América.

    Caben pocas dudas de que la versión de Aquí en mi nube grabada por Sonia superaba con creces a las de Lone Star y The Odd Persons. Acompañada por una competente banda beat, cuya composición se desconoce, acertó a concentrar en este tema todas las cualidades que venía demostrando en sus anteriores grabaciones, en cuanto a desparpajo, gracia, potencia, riqueza de registros vocales y, sobre todo, sentido del humor.

Si no me creen, comprueben:




Lástima que después de este EP, cuando ya había grabado un total de 18 canciones, contaba 18 años y parecía encontrarse en su mejor momento, Sonia no volviera a visitar el estudio de grabación. Los motivos que la llevaron a interrumpir su carrera musical han dado lugar a todo tipo de elucubraciones, cuya veracidad quizá conozcamos algún día. Sea como sea, no podemos más que agradecer el trabajo de esta auténtica estrella de la música pop.

Muchas gracias, Pilar, allí donde estés. 

ADORABLES CHICAS YE YE (ADCHYY'S)

Una raza digna de conocerse: las chicas ye yé españolas de los Años 60. Con muchos motivos para indagar en su misterio. 

¿Por qué aparecieron todas así, de repente, en apenas 3 años, entre 1963 y 1966, con tantas ganas de cantar, y con tanta fuerza renovadora?


Que sepan ustedes que fueron legión: las niñas, chicas y mujeres cantantes que durante ese período abanderaron la onda ye yé. 

De modo que supone un trabajo ímprobo, una verdadera osadía, pretender recopilar aquí sus historias. 

Así que vamos poco a poco, empezando por las cantantes más desconocidas, aquellas sobre las que más escasea la información. 

Sería de agradecer que lectores, expertos e interesados en el tema nos regalasen nuevos datos. Lo ideal sería que hablaran ellas mismas. No nos importa que ya no seáis tan jovencitas. Os admiramos igual.

A continuación, por orden alfabético. Una legión de chicas yeyé: