sábado, 7 de mayo de 2022

Francisco José



F. J., 1968
Discos Mercedes, 1963
Discos Mercedes, 1963
Son muy escasos los datos que hemos podido recopilar sobre este interesante cantante que grabó apenas cuatro singles y otras canciones sueltas en discos compartidos, publicados entre los años 1963 y 1968. Todo apunta a que era un cantante profesional, curtido desde jovencito en salas de fiesta en Madrid, donde realizó sus primeras grabaciones. Que al parecer son dos canciones de corte romántico incluidas en un EP de 1963, publicado por el microsello madrileño Mercedes, escritas por compositores habituales del infraselismo castizo como Tonio Monti y Ramón Arango; el cantante acreditado en dos temas de este disco, que ocupan su cara B, se llama Francisco José, y su timbre de voz en nada contradice que pueda ser el mismo Francisco José que iba a ser lanzado como estrella solista pocos años más tarde, que aquí actuaba todavía en unas condiciones absolutamente precarias. El sonido del disco es tan malo y cavernario que los temas de su cara A, dos números de twist instrumental, bien podrían catalogarse de garaje-twist. Puro andergraun.



La siguiente aventura discográfica que detectamos en su carrera no fue mucho más lujosa: se trata de uno de esos LPs comerciales característicos de la serie B, con versiones de éxitos del momento interpretadas por músicos y cantantes desconocidos. Se llamaba Éxitos de 1966 y fue editado también por un infrasello de Madrid, Discorama, con versiones de Adamo, los Beatles, Polnareff, Los Brincos, Nancy Sinatra, el Dúo Dinámico, etc.... A cargo de la Orquesta "Rhitmum", nada menos.


Aunque algunas versiones eran instrumentales, la mayoría estaban interpretadas por cantantes, con sus nombres, afortunadamente, acreditados: Alejandro, Elvira y Francisco José. Si del primero no sabemos absolutamente nada, la segunda es sin duda Elvira, chica ye yé valenciana que había militado en el conjunto Los Caliope, que dejó una breve carrera discográfica en el sello Berta (el rey de los infrasellos) entre 1965 y 1967, lo que de repente convierte a este disco en una interesante pieza de coleccionismo, encantadora por la discreción de medios con que está realizado.  Sobre todo porque el tercer cantante que interviene es, esta vez sin el menor asomo de duda, nuestro Francisco José, que aquí pone su poderosa voz nasal a una versión de Tom Jones (Un hombre llorará), dentro del género melódico que le caracterizaba, y también a una sorprendente versión en castellano del Monday, monday de The Mamas and the Papas, de la que sale bien airoso, siendo capaz de sustituir él solito, con su poderosa presencia, el muro de sonido coral creado por las voces del cuarteto en el tema original, sin que nada se eche en falta.





Es posible que su trabajo con Discorama y su contacto con la cantante Elvira favorecieran que  Francisco José pudiera publicar al año siguiente su primer disco en solitario, con el mismo sello -Berta- en que grababa la cantante valenciana. La discográfica era otro de los sellos independientes del momento, así mismo de carácter humilde con respecto a las multinacionales, aunque hacia 1966-67 contaba en su catálogo con cantantes y conjuntos nada desdeñables del pop patrio (Los Saltamontes, Los Roberts, Los Angeles Azules, Kurt Savoy, Los Tricolores) y, lo más importante, servía productos grabados y presentados con unas mínimas condiciones de calidad. Lo cierto es que la historia del sello Berta es digna de atención: en los años sucesivos siguió apostando fuerte por el pop español, grabando interesantes propuestas, altamente valoradas en nuestros días (Los Paletos, Los Aguilas Reales, Seres y Sueños, Los Millers), junto a una infinidad de orquestas y solistas del submundo de la serie Z. Pero volviendo a nuestro tema, está claro que el fichaje con Berta significó todo un salto en la carrera de Francisco José; téngase en cuenta que muchos de los artistas que como él habían grabado para sello Discorama en 1965 y 1966, como Los Super ye yé, Sarita Luna y Francisco Lario (también en LPs de versiones), sólo pudieron aspirar a ver publicados sus trabajos en  EPs de la serie Disco Sorpresa Fundador.


El primer disco de Francisco José en solitario fue un single, con los títulos Derrochas alegría / Aturdido (Berta 1967), escritos por los desconocidos autores Rodríguez Montané y M. Morales. Dos temas románticos que parecen pensados para la fase baile agarrao del guateque, que no nos parecen nada del otro jueves aunque en ellos Francisco tuvo la oportunidad de exhibir con toda dignidad sus poderosas dotes vocales. Y está claro que alguien se percató de ellas, porque al año siguiente nuestro querido cantante fue lanzado al estrellato con toda una operación comercial orquestada por el sello Emi Regal, que incluyó la grabación de tres singles, esta vez sí, con todo lujo de medios: Trasplante de corazón / El chiribaila; Yo canto / Mil amores; y Cupido / Cuando creas, publicados todos en 1968.

Fichar con Emi suponía codearse con compañeros de sello discográfico superventas como Gelu, Georgie Dann, Bruno Lomas, Los Mustang o Los Salvajes, y también grabar canciones escritas por autores de primer línea como el argentino Roberto Sciammarella (creador de, por ejemplo, la archiconocida Tres Cosas (Salud, Dinero y Amor) llevada a la fama por Los Stop en el 67) y Jesús Vasallo (que escribió para Ana Kiro, Los Gritos o Cristina, entre otros), quienes firman las canciones del primer single: dos números festivos, ingeniosos y resultones, el segundo de los cuales, El Chiribaila, fue grabado también por otro grupo compañero de sello, Los 5 del Este. Temas que al parecer no tuvieron repercusión alguna, que a pesar de rozar lo encantadoramente friki -"Me llaman el Chiribaila, el Chiribaila, el Chiribaila, el Chiri por lo que charlo y el baila por lo que bailo"- están interpretados de manera tan impecable, con verdadero lujo instrumental y tanta corrección, que no debieron llamar la atención de nadie.


Mucho más redondo nos parece el siguiente single, con el que Francisco concursó en el IV Festival de la Canción del Miño, encabezado por Yo canto, un número de protesta ye yé, con letra humanista esperanzadora, a la moda de la protesta pop que se difundió en España entre 1967 y 1968, siendo cultivada por gran cantidad de grupos y solistas. Que lleva en la cara B un tremendo número soul, Mil amores, escrito de nuevo por Jesús Vasallo, que fue grabado también por el trio Los Mismos, aunque la versión de Francisco José es con diferencia la mejor. Tema que derrocha energía, que tiene como base una poderosa sección rítmica y de vientos, tal como mandaba la moda del soul que hacía furor en España en 1968, aunque todavía con esa ingenuidad e inmediatez característica del ye yé, que nos llevan a calificar este tema de Soul Ye-Yé, sin duda uno de los mejores que se hicieron de este micro-género y que situaría al lado del tremendo Más vueltas que la oreja de Michel.



Aquí el tema Mil amores:



Se despidió Francisco José de su breve carrera discográfica con un tercer single para Emi, que dignamente podría considerarse como su obra de madurez (suena a chiste cuando casi toda su producción se concentra en el año 1968, pero es que es verdad, sus tres singles con Emi reproducen esa evolución artística, del primer ensayo de juventud a la sabiduría de la madurez, ja, ja). De nuevo un numero de soul ye yé en la cara A, Cupido, más calmado y poético que el anterior; y en la B, Cuando creas, un dulce tiempo medio con vientos que algún animal como yo se atrevería a comparar con los Bloood Sweat & Tears del LP Children Is Father To The Man pero en versión reducida y formato single, que fue escrita por Aniano Alcalde, prolífico autor de canciones de pop español al que se debe, entre otros muchos éxitos, el hit Vivo cantando con que Salomé concursó en Eurovisión 69.


Después de estos discos perdemos la pista del cantante. Se ve que lo intentó, no logró el éxito y.... ¿se dedicó a otra cosa? Sea como sea, gracias Francisco José. Nos encantas.






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