Las breves incursiones que Rafael de la Rosa llevó a cabo en el campo de los ritmos yeyé nos dan pie a recuperar la trayectoria de este excepcional músico y cantante, que hubiera merecido una atención mucho más detenida de la que se le ha prestado hasta la fecha.
Justo es reconocer que Rafael
estaba lejos de ser un chico ye yé al uso, tanto por su porte de elegante
señorito andaluz como por su trayectoria musical. Pues en el momento en que grabó
Salero (1966), su más destacada
contribución a la moda del flamenco ye yé,
atesoraba ya una amplia experiencia tanto en los escenarios como en los
estudios de grabación, en la que había hecho patente tanto su decidida personalidad
creadora y fino sentido musical, como su afición por fusionar los más variados
lenguajes sonoros.
Oriundo de Málaga, los primeros
testimonios relativos a su actividad se remontan a los años 50 del siglo xx, cuando, cantando al frente de la
Orquesta Artola, acostumbró a amenizar las veladas del cosmopolita y glamuroso
Hotel Miramar de la capital andaluza, que alojó a artistas e intelectuales de
la talla de Rita Hayworth o Ernest Heminway.
De la Rosa & Orquesta Artola ref. Málaga Siglo XX - Recuerdos (facebook) |
En 1959 grabó sus primeros discos en solitario: dos EPs publicados por el sello Marbella con las referencias EMGE 70817 Un Jipio / La escalera / Gitano cha cha cha / En lo alto de la Giralda; y EMGE 70903 El gitano cachuco / Noches de Casablanca / Málaga / El bolero más bonito, que salieron con la misma foto de portada, aunque tratada en diferentes colores.
La contraportada del segundo disco describía con acierto la onda de este cantante: un estilo muy sugestivo, creado por él y que por su sabor cien por cien español contrasta gratamente con los ritmos exóticos que hoy hacen furor y que Rafael de la Rosa interpreta dándoles un aire flamenco. En el cual, añado yo, los trenzados armónicos vocales constituían una característica distintiva fundamental, que iba a perpetuar en posteriores grabaciones.
El mismo texto avisa de que para entonces Rafael se encontraba actuando en las principales "boites" de Madrid,
como Rex, Pasapoga, o Castellana Hilton, a donde había llegado después de
realizar exitosas giras por Europa, en las que visitó París, Roma, Ginebra o Lisboa: una
actividad internacional que se corresponde con la grabación del LP francés de
1958, ya comentado.
Parece que Rafael no volvió a
entrar en el estudio de grabación hasta 1962 de la mano del entonces pujante
sello Iberofón, para el que publicó hasta tres EPs en ese mismo año, con las
referencias IB 45 1.123 Morena de verde
luna / Un jipío / Mambo por soleares / A tu vera; IB 45 1.124 Gitana colombiana / Caminito de la playa /
Oro o bronce / Mi gitanita; y IB 45 1.194 Hey baby, Madison / Cuarenta noches / Vuela hacia mi / Guapa guapacha. Discos todos ellos extraordinariamente raros y difíciles de encontrar en la
actualidad.
Dueño de un currículo tan
prometedor, Rafael se embarcó en una nueva aventura discográfica en 1964 bajo
los auspicios del sello Columbia, grabando otros dos Eps como Rafael de la Rosa y su Conjunto, que iban a ser los más
vendidos de su carrera (a causa, sin duda, de su alta calidad), con las
referencias SCGE 80700 Los Watussi / Es
fantástico / Loddy Lo / Nada nada, y SCGE 80703 Kana Kapila / Sabeline / Pobre niña rica / Hully Gully Boy, que
versionaban éxitos de aquel año en clave de twist, surf, rock lento,
bossa nova o hully gully.
Ambos vinilos incluían máximas cotas juerguistas y bailables: una versión de Kana Kapila, enloquecido tema twist con letra nonsense, inventada a imitación del habla de Hawai, que había sido llevado a la fama por los belgas The Cousins en 1961, que Rafael de la Rosa vertió al castellano (con letra de un tal Pacho), en una versión de presunto ye-yé-hawaiano, que fue grabada en España por otros valientes como el fantástico cantante Jorge Miranda; y una versión de Loddy Lo, que en mi opinión superaba en fuerza, sabiduría musical, marcha y gritos, a las interpretaciones que del tema hicieron en España Los Pekes, Ennio Sangiusto o Los 3 Sudamericanos; y que hasta, si me apuran, mejoraba al tema original, grabado por Chubby Checker en el 63.
Rafa y su Conjunto, 1964 |
Aunque la canción que termina de asesinarme es su versión de Nada Nada, una bossa nova escrita por José Chova y J. Martín, que fue objeto de otra excelente versión en el mismo año 1964 por el dulce trío Los Plata, aunque la de Rafael de la Rosa y su conjunto quizá la supere, en su maravillosa instrumentación y sus vuelos corales con dosis de dabadá. Como no quiero aburrirles, no voy a entrar en los restantes temas que enriquecen ambos Eps, ni en la versión que el primero contiene de Los Watussi: porque está muy bien, pero creo que no llega a la altura de la que también en el 64 grabó el Latin Combo, que con diferencia es mi favorita.
Y aquí la versión de la bossa nova Nada, nada: