Tony Wells era el seudónimo de un muchacho oriundo de Cartagena (Murcia), poeta de vocación, que a finales de los años 60 del siglo xx tuvo la oportunidad trasladarse a California para ampliar sus estudios de literatura, llegando a integrarse plenamente en el ambiente hippie de San Francisco. Tanto, que conoció al mismísimo Charles Manson, quien le aceptó en su círculo y le bautizó con el nombre de “Earth”, posiblemente en la segunda mitad de 1967, cuando Manson residió en el barrio de Haight Ashbury en San Francisco, donde llegó a ser un personaje conocido como músico underground y seudo-gurú. Encuentro que, en cualquier caso, tuvo lugar antes de los terribles asesinatos que los enajenados seguidores de Manson llevaron a cabo en el verano de 1969 en Los Ángeles, que le hicieron pasar el resto de su vida en la cárcel, hasta su reciente fallecimiento en noviembre de 2017.
Al margen de estas amistades peligrosas, lo cierto es que
Tony regresó a España empapado hasta las cejas de la energía del San Francisco
hippie y su célebre verano del amor. Un fenómeno deslumbrante que también
pudieron disfrutar otros poquitos españoles, entre los que se cuentan el
escritor Luis Racionero y el periodista musical Jesús Ordovás.
Tony quiso dejar claro el lugar que había visitado y las experiencias vividas creando su propia banda de rock en Madrid, formada por músicos murcianos y madrileños, con la que aseguraba pasarlo en grande, haciendo una música libre con la que confesaba poder entrar en trance. E incluso tuvo la oportunidad de grabar un bonito disco: el single La casa del abuelo / Quiero vivir (Movieplay, 1970).
Tony quiso dejar claro el lugar que había visitado y las experiencias vividas creando su propia banda de rock en Madrid, formada por músicos murcianos y madrileños, con la que aseguraba pasarlo en grande, haciendo una música libre con la que confesaba poder entrar en trance. E incluso tuvo la oportunidad de grabar un bonito disco: el single La casa del abuelo / Quiero vivir (Movieplay, 1970).
El single de Tony Wells fue producido por Clemente Tribaldos, arreglado por
A. René (habitual del sello Movieplay) y editado con primor por la
discográfica, incluyendo un encarte con las letras y los acordes de las
canciones, ambas fruto de las inquietudes poéticas y musicales de Tony, que, no
obstante, se mostró descontento con el resultado final, alegando que la discográfica
había recortado su libertad creativa. Fundamentalmente, a causa de la adición
de unos violines sobre a la música que él mismo había ejecutado junto a su banda de free-rock.
Con todo, el disco nos parece una muy apreciable rodaja de
folk- rock-sicodélico, que es puro “San Francisco Sound”. Por suerte la sección
de cuerda añadida no va más allá de un par de violines, que lejos de
transformar las canciones por la vía del pop sinfónico (tan al uso en aquel
momento), les otorgan un agradable aroma folkie, que nos parece acorde con su estilo
lírico.
La casa del abuelo, un melodioso tema interpretado en
castellano, en la cara A. Y en la B, la que nos parece canción estrella, que
por imposición de la discográfica llevaba el título en castellano, Quiero vivir, aunque está cantada en
inglés y su título original sea The Sea
and The Earth. Con una introducción absolutamente salvaje, a base de
batería y solo de guitarra distorsionada –un fuzz de lo más californiano, por
cierto-, que literalmente te aplasta, deriva luego en evocadora balada otoñal, que
bien podría haber sido grabada por alguna de las bandas de la bahía de San
Francisco pertenecientes a la segunda hornada de grupos de Acid Rock, como The
Sopwith Camel y hasta, si me apuras, I’ts A Beautiful day.
No en vano la banda que secundaba a Tony era también de lo
más hippy. Estaba integrada por músicos como Salvador Ferrio al bajo, que tocó en
la versión española del musical Hair,
estrenada en junio de 1970 en la sala Picadilly de Madrid -futuro Rock-Ola- y
prohibida por las autoridades poco después, con su grupo llamado Nuevo
Renacimiento. El aspecto de los componentes de Tony Wells sigue resultando hoy
día de lo más rompedor; viendo sus fotografías no podemos evitar recordar a sus
coetáneos californianos The Seeds, o hasta a la Magic Band del Captain
Beefheart, en una versión, eso sí, algo más sencilla y modesta.
Tras la salida del single y su consecuente promoción, Tony no
pudo evitar relatar a la prensa musical -hizo entrevistas para Disco Expres y Mundo Joven- su aventura norteamericana y su amistad con Charles Manson. Algo que, en
primera instancia, resultaba de lo más sorprendente y llamativo para la promoción de la banda, acabó volviéndose en su contra: la vinculación con Manson hizo que la discográfica les volviera la espalda y les cerrara toda
posibilidad de volver a grabar. Con lo que quedó finalizada la breve e
interesantísima historia del grupo, y del cantante Tony Wells.
Con ustedes, I Want To Live...
Interesante el tema Tony Wells, no lo conocía, y por fin encuentro referencias a Hair en españa. Salud paisano.
ResponderEliminarBuenas tardes!Tendrás el otro tema del single?Un saludo!
ResponderEliminarDespues de mas de 40 años descubro que todavia se acuerdan de nosotros, soy Salvado Ferrio (cheli) para los musicos de la epoca.
ResponderEliminarMe encantaria volver a ponerme en vontacto a los componentes de la Banda.